DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 27 marzo 2009

Hoy, 27 de marzo 2009, los alumnos de la Optativa de Dramatización-Teatro de 1º ESO caracterizados de diferentes personajes han dado la bienvenida a todos sus compañeros conmemorando el Día Mundial del Teatro. Han repartido octavillas sobre el magnífico mensaje que nos transmite este año Augusto Boal dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño, conocido por el desarrollo de Teatro del Oprimido, método y formulación teórica de un teatro democrático, del pueblo.
Al mismo tiempo, en el blog Conspiración de lectores, los alumnos de 2º de ESO han felicitado mediante un torbellino de ideas a todos aquellos que directa o indirectamente están relacionados en este fabuloso mundo de las artes escénicas.
¡Felicidades también para todos vosotros por acordaros de este día!

En Artezblai, el periódico de las Artes Escénicas, podemos leer: El Mensaje del Día Mundial del Teatro -Augusto Boal- y el Mensaje del Día Mundial del Teatro para Niños y Jóvenes -Roberto Frabetti-

El Día Mundial del teatro, creado en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro se celebra cada año el 27 de marzo por los Centros nacionales del ITI, la AITA/IATA, la UNESCO y la comunidad teatral internacional.
Numerosas manifestaciones teatrales se organizan para esta conmemoración, una de las más importantes es la difusión del Mensaje Internacional tradicionalmente escrito por una figura de alcance mundial, invitada por el Instituto para compartir sus reflexiones sobre los temas del teatro y la paz entre los pueblos. Jean Cocteau (Francia) fue el autor del primer Mensaje Internacional en 1962.

Mensaje Oficial para el Día Mundial del Teatro 2009
Por Augusto Boal

Todas las sociedades humanas son espectaculares en su vida cotidiana y producen espectáculos en momentos especiales. Son espectaculares como forma de organización social y producen espectáculos como este que ustedes han venido a ver.
Aunque inconscientemente, las relaciones humanas se estructuran de forma teatral: el uso del espacio, el lenguaje del cuerpo, la elección de las palabras y la modulación de las voces, la confrontación de ideas y pasiones, todo lo que hacemos en el escenario lo hacemos siempre en nuestras vidas: ¡nosotros somos teatro!
No sólo las bodas y los funerales son espectáculos, también los rituales cotidianos que, por su familiaridad, no nos llegan a la consciencia. No sólo pompas, sino también el café de la mañana y los buenos días, los tímidos enamoramientos, los grandes conflictos pasionales, una sesión del Senado o una reunión diplomática; todo es teatro.
Una de las principales funciones de nuestro arte es hacer conscientes esos espectáculos de la vida diaria donde los actores son los propios espectadores y el escenario es la platea y la platea, escenario. Somos todos artistas: haciendo teatro, aprendemos a ver aquello que resalta a los ojos, pero que somos incapaces de ver al estar tan habituados a mirarlo. Lo que nos es familiar se convierte en invisible: hacer teatro, al contrario, ilumina el escenario de nuestra vida cotidiana.
En septiembre del año pasado fuimos sorprendidos por una revelación teatral: nosotros pensábamos que vivíamos en un mundo seguro, a pesar de las guerras, genocidios, hecatombes y torturas que estaban acaeciendo, sí, pero lejos de nosotros, en países distantes y salvajes. Nosotros que vivíamos seguros con nuestro dinero guardado en un banco respetable o en las manos de un honesto corredor de Bolsa, fuimos informados de que ese dinero no existía, era virtual, fea ficción de algunos economistas que no eran ficción, ni eran seguros, ni respetables.
No pasaba de ser mal teatro con triste enredo, donde pocos ganaban mucho y muchos perdían todo. Políticos de los países ricos se encerraban en reuniones secretas y de ahí salían con soluciones mágicas. Nosotros, las víctimas de sus decisiones, continuábamos de espectadores sentados en la última fila de las gradas.
Veinte años atrás, yo dirigí Fedra de Racine, en Río de Janeiro. El escenario era pobre: en el suelo, pieles de vaca, alrededor, bambúes. Antes de comenzar el espectáculo, les decía a mis actores: “Ahora acaba la ficción que hacemos en el día a día. Cuando crucemos esos bambúes, allá en el escenario, ninguno de vosotros tiene el derecho de mentir. El Teatro es la Verdad Escondida.”
Viendo el mundo, además de las apariencias, vemos a opresores y oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible.
Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario y en la vida.
Asistan al espectáculo que va a comenzar; después, en sus casas con sus amigos, hagan sus obras ustedes mismos y vean lo que jamás pudieron ver: aquello que salta a nuestros ojos. El teatro no puede ser solamente un evento, ¡es forma de vida!
Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: ¡es aquel que la transforma!

3 comentarios:

ochapar73 dijo...

"Desde las tablas la vida se ve de otra manera"
Esta es una frase recurrente que utilizo para expresar la importancia que atribuyo al teatro en la vida diaria. Cuando actuamos expresamos partes de nuestra personalidad que nuestro "rol" diario no nos permite exteriorizar. El teatro es necesario para completarnos.
Todos los días homenajeamos de esta manera al teatro, pero está bien que al menos un día al año casi todo el mundo se acuerde de él.
¡VIVA EL TEATRO!

Ochapar

Wurunkati dijo...

¡Enhorabuena!
No tengo ninguna duda: si hoy es el día del teatro es tu día.
Gracias por toda tu dedicación.
FELICIDADES

Evaristo dijo...

Gracias por la referencia.
Gracias por recordar a todo el colegio que hoy era el día del teatro y por convertir, una vez más, los pasillos en un gran escenario.
Felicidades.