

Lo hacen de una forma dinámica, sin interrupciones, y no te da tiempo para acabar de reírte de unos cuando ya te están pisando los talones los siguientes. Una comedia que entretiene a todos jóvenes y no tan jóvenes. Nos sorprendió el texto y el trabajo actoral; un montaje que solo juega con la voz, con los gestos y como escenografía un teléfono sobre cuatro cajas. Este se combinaba con diferentes imágenes relacionadas con la época.
Cada elemento actoral toma forma para dar representatividad a distintos momentos que se entrecruzan y desplazan a los anteriores, pero en términos que suelen encontrar referentes comunes en la actualidad, lo que hace que tengan más gracia y proporcionen más realismo a la construcción que hace el trío. No se requieren complejos vestuarios, antes al contrario, pocos elementos sirven para cada personaje o para cada instante de nuestra historia
El reto no es pequeño ¿ Cómo contar la historia de España, desde Atapuerca hasta Felipe González? ¿Cómo enlazar tantos episodios y tantos personajes de una historia, que vista desde la distancia, está llena de tintes trágicos? El autor y director Ernesto Filardi consigue hacer lógico y sencillo lo que tantos libros de historia son solo capítulos sumados, sin corazón, sin alma, sin espíritu, sin vida.
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